miércoles, 13 de julio de 2011


En el primer piso,junto a la puerta había una tarjeta:"Otto Katz,capellán castrense".Los abrió un soldado.Procedentes de la habitación se oían voces y el tintineo de vasos y botellas.
-Servidores...anuncian...señor...pater...-dijo el alto haciendo un esfuerzo mientras saludaba al soldado-Traemos...un...paquete...y un hombre.
-Entrad-dijo el soldado-,pero ¿donde os habéis puesto así?El pater está aquí...
El soldado escupió y desapareció con el paquete.Esperaron largo rato en el vestíbulo.Luego se abrieron las puertas y apareció el pater,no andando,sino volando.Iba en mangas de camisa y llevaba un puro en la mano.
-De modo que ya está aquí-dijo a Schwejk-.Así que ya le han traído.Jm...¿tiene cerillas?
-No pater.
-Jm...¿y por qué no tiene cerillas?.Todo soldado debe tener cerillas para poder dar fuego.Un soldado que no tiene cerillas es...¿qué es?
-Es uno que no tiene cerillas,para servirle-contestó Schwejk.
-Muy bien,no tiene cerillas y no puede dar fuego a nadie.Bien esto está listo.Vamos a lo otro.¿Le huelen mal los pies.Schwejk?
-No,para servirle.
-Bien, listos con lo segundo.Y ahora lo tercero.¿Bebe licor?
-No bebo licor,sólo ron,para servirle.
-Bien,mire usted a este soldado.Me lo ha prestado para hoy el teniente Feldhuber;es su asistente.Y no bebe nada.Es ab...abs...temio y por tanto se irá al frente.P...porque un hombre así no me sirve.Es un tonto que sólo bebe agua y muge como un buey.Eres abstemio-dijo dirigiéndose al soldado-Debieras avergonzarte,imbécil.Te mereces un par de bofetadas.
El pater dedicó su atención a los dos héroes que habían llegado con Schwejk y se balanceaban de un lado a otro en su esfuerzo por mantenerse en pie apoyándose en sus fusiles.
-Os habéis em...borrachado-dijo el pater.Os habéis emborrachado estando de servicio y os hago en... encerrar por ello.Schwjk,quíteles las armas,llévelos a la cocina y vigílelos hasta que venga la patrulla para llevárselos.Voy a llama...ma...mar al cuartel.
Y así fue como las palabras de Napoleón:"En la guerra la situación cambia en cada momento",encontraron aquí su total confirmación.
Por la mañana le habían llevado los dos con sus bayonetas temiendo que pudiera escapar;luego él mismo los había traído y al final tenía que vigilarlos.Ellos,al principio no fueron muy conscientes de este cambio;sólo cuando se encontraron sentados en la cocina y vieron a Schwjk en la puerta con fusil y bayoneta,se les abrieron los ojos.
-Quisiera beber algo-suspiro el optimista mientras el alto,en un nuevo arranque de escepticismo,decía que todo aquelloo era una miserable traición,culpó a Schwejk por haberle llevado a semejante estado y le reprochó que les había prometido que al día siguiente lo colgarían y ahora se descubriría que todo había sido una broma,tanto la confesión como la horca.
Schwejk permaneció en silencio y se paseó de un lado a otro delante de la puerta.
-¡Hemos sido unos imbéciles!-gritó el alto.
Al final,después de escuchar a los dos inculpados,Schwejk anunció:
-Ahora al menos veis que el ejército no es un juego.Yo cumplo con mi obligación.Caí exactamente igual que vosotros,pero,como se dice vulgarmente la suerte me favoreció.
-Quisiera beber algo-repitió desesperado el optimista.
El alto se levantó y se dirigió a la puerta tambaleándose.
-Déjenos ir a casa-dijo a Schwejk.
-¡Quita de ahí!-contestó éste.-Tengo que vigilaros.
Ahora no nos conocemos.
El cura apareció en la puerta.
-No... no puedo comunicar con el cuartel ,de modo que marchaos a casa y te...tened en cuenta que uno no debe emborracharse mientras está de servicio.¡En marcha!.
Dicho sea en honor del cura,este no había telefoneado al cuartel porque no tenía teléfono,sino que había hablado con una lámpara de pie.

DEL LIBRO :"Las aventuras del valeroso soldado Schwejk" de Jaroslav Hasek

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