lunes, 7 de febrero de 2011


En Esparta todo niño debe ser formado desde un principio para ser parte de la élite espartana.Durante su estancia en el ámbito familiar no se mima a los niños,sino que se instruye especialmente a las nodrizas para que los críen sin pañales que constriñen su crecimiento o debiliten su resistencia al frío y al calor.Al niño pequeño se le prohiben toda clase de caprichos y rabietas.Debe acostumbrarse también a estar solo y no temer a la oscuridad.Así que nada de pañales,nada de lloriqueos,ni siquiera calzado,porque todo espartano debe demostrar carácter y valía desde su nacimiento.Es también costumbre bañarlos en vino.pues existe la creencia de que provoca convulsiones,hace que las naturalezas enfermizas sucumban enseguida y robustece,en cambio,a las sanas.
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Yo sabía que Polinices había empezado su instrucción como guerrero espartano,y que a los once años se incorporaría a vivir con su cuadrilla en alguno de los barracones de la ciudad,como hacía padre algunas veces que residía con los miembros de su compañía.Veía como cada tarde,Polinices regresaba a casa agotado o medio herido de las peleas y los ejercicios,pero nunca había asistido a una sesión de esos entrenamientos.El carácter de Polinices no se agriaba aunque recibiera azotes,que por lo demás eran muy comunes entre todos los hijos de iguales.Esparta es el reino del orden y toda la ciudad vela por la disciplina de los jóvenes,por eso,cualquier ciudadano o compañero de más edad puede reñir a los niños o sancionarlos con castigos físicos:hacerles pasar hambre,morderles el pulgar o azotarlos si cree que con ello rebustecerá su carácter.
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Supe por el abuelo que mi hermano mayor había sido sometido a la prueba del roble.
Este es un ejercicio físico brutal que sirve para entrenar la capacidad de resistencia.Aparte de los castigos cotidianos,es frecuente apalear de un modo feroz a los chicos de la agogé cuando cumplen los once años(edad que Polinice aún no había cumplido)El lugar del apaleamiento se encuentra en un pequeño y agradable bosque,no alejado de la llanura de Otona.Lo primero que se hace es escoger un árbol vigoroso y robusto,al cual se engancha una cadena y,a ésta un palo.El muchacho que se somete a este brutal entrenamiento agarra ese palo mientras otros dos de sus compañeros lo apalean.Esta acción se lleva a cabo con varas de bambú,puesto que son dolorosas y desgarran la piel.Si el muchacho cae de agotamiento o por el daño causado,hay dos compañeros que se encargan de levantarlo para que puedan seguir apaleándolo.
La finalidad de esta prueba es,para el apaleado,aprender a soportar mejor el sufrimiento;para los que golpean,no detenerse ni vacilar en el ataque aún cuando se siente el terrible padecimiento que está sufriendo el enemigo;y por último,para los que sujetan,la finalidad es que,viendo sufrir,o incluso morir a sus compañeros en combate,no vacilen y continúen con la misión que se les ha encomendado

DEL LIBRO "ARETES DE ESPARTA" DE LLUIS PRATS

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