martes, 16 de noviembre de 2010


El anciano hizo una pausa,respiró hondo,cansinamente,y luego añadió:
-Mire usted a su alrededor y por todas partes.Todas partes.Todas esas losas que parecen alzar con orgullo la cabeza,en el fondo se sienten aplastadas por el peso de las mentiras que les han grabado encima."Aquí descansa fulano de tal..." o "A la venerada memoria de ..."¡Si debajo de estas piedras la mayor parte de veces no hay nadie!La memoria de fulano de tal o de zutano importa tres cominos.Mire usted,¡todos son embustes!.Embustes dichos de una u otra forma,pero al fin y al cabo embustes.¡Cielo santo!Será bonito ver el Día del Juicio Final cuando todos se presenten empujándose y arrastrando penosamente las losas de sus tumbas para demostrar que de verdad,se hallaban debajo de sus lápidas.¡A muchos les costará trabajo!Es posible que sus manos hayan estado demasiado tiempo abajo,en el fondo del mar,para coger piedras,¿no es cierto,señorita?
A juzgar por el aire de satisfacción del anciano por la forma en que miró a todos para buscar su aprobación,comprendí que deseaba darse importancia.Y así,fue suficiente con que yo le preguntase:
-¡Oh señor Swales!,¿habla usted en serio?Supongo que casi ninguna de estas tumbas está vacía,¿verdad?
El viejo replicó con tono vehemente:
-¡Tonterías!Ya le he dicho y repetido que no son más que tonterías.Casi ninguna de estas tumbas estará vacía...¡eso es!La gente es muy buena,cree todo cuanto se le cuenta.Pero todo es mentira.Usted llega aquí,igual que si dijésemos como una extranjera,ve este y...
No pude captar la palabra que ha empleado.Por otra parte no entiendo la mitad del dialecto que habla y además me siento incapaz de reproducir su pintoresco leguaje,pero,al intuir que seguramente debía referirse a la iglesia,hice un gesto de aprobación con la cabeza.Entonces el anciano ha continuado:
-¿Y usted cree de verdad que todas las tumbas que hay a su alrededor cubren a gente que está durmiendo debajo con toda tranquilidad?
Hice un gesto para indicarle que así lo creía.
-¡Exactamente!¡Ahí está la mentira!¿Hay veintenas y más veintenas de estas camas que están tan vacías como la taberna del viejo Dun un viernes por la noche!
El anciano buscó de nuevo la aprobación de sus compañeros y los tres se echaron a reír.
DEL LIBRO "DRÁCULA" de Bram Stoker

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