viernes, 10 de septiembre de 2010


>Pues sí,amigos,un día de los viejos tiempos,cuando la hierba estaba a punto de ponerse buena para la guadaña,loslongeverneses,conducidos por su cura,fueron todos,hombres,mujeres y niños,en peregrinación a Nuestra Señora de Rangelle a pedirle a la Santísima Virgen que permitiera que hiciese mucho sol para las faenas de la siega.>desgraciadamente el mismo día el cura de Velrans había decidido conducir a sus corderos,a la misma Virgen,porque no hay muchas Virgenes que digamos en la región:ellos querían lluvia porque sus coles no terminaban de brotar.
>Así pues,todo el mundo salió bien temprano,el cura a la cabeza con su sobrepelliz y su cáliz,los monaguillos con el hisopo y el viril,el fabriquero con sus libros de Kyrie;detrás de ellos iban los chiquillos;después los hombres y al final las niñas y las mujeres.>Cuando los longeverneses atravesaron el bosque,¿que es lo que vieron?
>¡Pardiez,a toda aquella banda de gaznápiros de Velrans que entonaba letanías pidiendo agua!
>Ya podéis figuraros la gracia que les haría eso a los longeverneses,que iban precisamente apra pedir sol.
>Entonces se pusieron con todas sus fuerzas a gritar las oraciones que hay que decir para tener buen tiempo,mientras los otros mugían como terneros para tener lluvia.
>Los longeverneses quisieron llegar los primeros y alargaron el paso;cuando los velranos se dieron cuenta,echaron a correr.
>No quedaba mucha distancia para llegar a la capilla,quizás unas doscientas zancadas;entonces los de Longeverne,echaron a correr también;luego se lanzaron miradas atravesadas,se trataron de hipócritas de ladrones.de canallas,de podridos y a cada momento las dos bandas estaban más cerca una de otra.
>Cuando los hombres no estaban más que a diez pasos unos de otros,empezaron a amenazarse y a enseñarse el puño,a hacerse morisquetas como gatos en celo,luego las mujeres se enredaron también;se trataron de glotonas,trotacalles,vacas y putas,y los curas también,muchachos,se dirigían miradas asesinas.
>Entonces todo el mundo empezó a coger piedras,a cortar garrotes,y se los tiraban a distancia.Pero con tanto excitarse a fuerza de gritos,la furia se apoderó de ellos y se echaron unos contra otros dándose golpes y aporreándose con todo lo que les venía a las manos,lo mismo zapatos que libros de misa.Las mujeres chillaban,gritaban los chiqillos,los hombres juraban como carreteros:"¡Conque queréis lluvia,partida de cerdos,pues os vais a jorobar!"Y golpes por aquí y ayes por allá.Los hombres no tenían ya una prenda sana,las mujeres tenían las faldas destrozadas y las blusas hechas zorros,y lo más gracioso es que los curas,que tampoco se podían ver,como ya os he dicho,después de haberse maldecido uno a otro y haberse amenazado con todos los truenos del diablo,empezaron a pegarse también.Se quitaron los sobrepellices,se arremangaron las sotanas y ¡venga!
-¿Y quien tuvo éxito con Nuestra Señora,los velranos o los longeverneses?¿Que hubo sol o lluvia?
-La verdad_terminó la Crique indolentemente-es que todos tuvieron granizo.
DEL LIBRO,"LA GUERRA DE LOS BOTONES"

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